Cordónica, células madre de cordón umbilical

Cordónica. Las 4 Fantásticas. Las células madre de cordón umbilical

Hola, soy Cordónica y represento a las células madre de cordón umbilical. Tenemos superpoderes de multipotencialidad y un gran potencial terapéutico, especialmente en enfermedades sanguíneas.

¿Quiénes somos?

Las células madre de cordón umbilical somos células madre contenidas en el cordón umbilical del bebé que crece. Cuando el bebé nace y se corta el cordón umbilical, éste puede conservarse y cultivarse para que crezcamos y nos multipliquemos y conseguir millones de células madre.
Nuestra juventud nos hace especialmente atractivas. Nuestra vida “útil” una vez que somos utilizadas en un trasplante es mayor que si se utilizan las células adultas ya diferenciadas de nuestro cuerpo. Hoy en día somos una realidad en la práctica clínica y nos hemos consolidado como una fuente alternativa al trasplante de médula.
Actualmente somos usadas principalmente para tratamiento de enfermedades de la sangre y participamos en el tratamiento de más de 80 enfermedades en las que se nos puede trasplantar para que el paciente se cure o mejore de su enfermedad sanguínea.

Cordónica. Las 4 Fantásticas. Las células madre de cordón umbilical
Cultivo celular de explantes de cordón umbilical

¿De dónde venimos?

Somos células madre que nos formamos y vivimos en los cordones umbilicales de bebés en crecimiento durante el embarazo. Y podemos ser útiles para la práctica clínica y para la investigación. El cordón umbilical deja de ser necesario tras el nacimiento del bebé y ya no somos necesarias para su supervivencia. La obtención y conservación de sangre del cordón, y del propio cordón, con nosotras incluidas, en el momento del parto, es un procedimiento no invasivo y muy efectivo.
Nuestro mayor potencial es el de crear todos los tipos de células sanguíneas que existen. Es lo que más se conoce de nosotras, lo más estudiado y lo más utilizado en la práctica clínica.

Nuestra extracción y cultivo

Para la extracción y el cultivo de células madre de cordón umbilical hay muchos procedimientos descritos con alta eficacia. Todos ellos llevan los pasos principales del establecimiento de cultivos primarios.

Obtención de la muestra

Directamente la sangre, antes de la expulsión de la placenta, se pincha la vena umbilical y la sangre se almacena en una bolsa estéril, o bien, conservando fragmentos del cordón umbilical para su cultivo por explanto.

Establecimiento del cultivo celular

La sangre o los fragmentos de cordón se sitúan en medios de cultivos adecuados para el crecimiento de las células madre presentes en él.

Expansión de las células madre

Las células madre en crecimiento en el cultivo se incuban en esterilidad en las condiciones óptimas para que se multipliquen. Se realizan subcultivos para permitir que sigan creciendo y proliferando y obtener millones de células madre.

Conservación

Las células madre de cordón umbilical se conservan por criogenización, a temperaturas de -196ºC, de forma indefinida y pueden ser “revividas” cuando sea necesario.

Por supuesto, cuando ya hemos crecido en el cultivo, nos analizan exhaustivamente para confirmar que no hemos sufrido alteraciones y que cumplimos con los más altos estándares de calidad. También se comprueba que no nos han invadido los supervillanos, es decir, que los cultivos celulares estén libres de hongos, levaduras, bacterias, virus y mycoplasma. Y también que el crecimiento y el proceso de criopreservación no han alterado nuestra calidad. Estos controles de calidad determinan qué unidades de células madre de cordón son válidas. Se estima que, sólo alrededor del 60% son válidas para terapia, el resto o bien son directamente descartadas o pueden utilizarse en investigación.

Extracción y el cultivo de células madre de tejido de cordón umbilical
Extracción y el cultivo de células madre de sangre de cordón umbilical

¿A dónde vamos?

Como células madre, nuestro potencial para tratar enfermedades es enorme. Las aplicaciones médicas de la sangre de cordón, en principio, son similares a las de la médula ósea del adulto. Actualmente nuestro uso terapéutico es fundamentalmente regenerar el sistema sanguíneo e inmunológico. A día de hoy, hemos intervenido en más de 20.000 trasplantes alogénicos en el mundo, así que somos un tratamiento consolidado. De hecho, participamos en miles de investigaciones en curso para tratar otro tipo de enfermedades en otros órganos y tejidos en un futuro.
Es importante aclarar que, aunque potencialmente podríamos servir para trasplantes autólogos, es decir, que nos pueda utilizar en el futuro la misma persona de la que fuimos extraídas, la realidad nos dice que esto no sucede más que en casos anecdóticos. El 99,9% de los tratamientos en los que estamos participando son trasplantes alogénicos, es decir, a una persona diferente de la que nos extrajeron. La Organización Nacional de Transplantes nos indica que, hasta el momento, sólo se han publicado en el mundo 9 casos de trasplante de cordones autólogos y siempre en enfermedades adquiridas, no congénitas.
Y, aunque una de nuestras mayores limitaciones como células madre es que únicamente podemos intervenir para tratar enfermedades de la sangre a nivel clínico, seguimos avanzando y pensando en el futuro. Y, por eso, participamos en cientos de investigaciones que tendrán repercusión en el tratamiento de enfermedades no hematológicas. Gracias a todos estos estudios va aumentando el abanico de enfermedades y trastornos en los que podremos colaborar en un futuro próximo.

Curiosidades: Un poco de historia

Hace algunas décadas, los científicos descubrieron que la sangre del cordón umbilical contiene las llamadas “células madre sanguíneas”. Éstas son células especializadas en la renovación de todas las células de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). Ya en la década de los 90 se nos había descrito como células madre del cordón umbilical y empezaban a conocerse nuestros superpoderes. Fue en esos años 90 cuando comenzaron a realizarse trasplantes de células madre procedentes de la sangre de cordón umbilical en pacientes cuya médula ósea estaba enferma, verificándose que se obtenían claros éxitos terapéuticos.
A día de hoy para el trasplante de niños o en casos urgentes de adultos, la sangre de cordón umbilical es la fuente mayormente empleada, incluso preferible a la médula ósea completa. Las complicaciones como la enfermedad de injerto contra huésped son menores, y la supervivencia global puede ser mayor.
En 1988, un niño de cinco años con Anemia de Fanconi recibió el primer trasplante de células madre de sangre de cordón umbilical, procedentes de su hermana recién nacida. La pionera intervención fue fruto de un esfuerzo internacional y la colaboración entre científicos y clínicos.

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